Música
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Carlos Carballo Dorado es una de esas personas inquietas, descubridoras, a las que le llevan las pasiones, y de ellas ha hecho su medio de vida. Madrileño hasta la médula, de un barrio obrero, es un adicto a la música y a la cultura británica. Su aspecto mod, sus gustos estéticos y literarios y una energía que transmite toda la fuerza del que sabe de qué te está hablando, lo convierte en una de esas personas con las que cuando te pones a charlar el tiempo vuela.
Acostumbrado a pinchar en todo tipo de garitos y locales españoles y en festivales internacionales desde hace más de veinticinco años, y conocedor de la escena musical española desde siempre, posee, además, el título de Whisky Ambassador expedido por BIIAB (British Institute of Inkeeping Awarding Board) y es colaborador y juez del concurso de cata del Congreso Internacional del Ron de Madrid. Esta mezcla explosiva dio como resultado la organización de unas catas deliciosas y de buen gusto en la capital, en las que, además de la clásica degustación de vinos, destilados y maridaje, deleita a los asistentes con temas musicales que pincha desde su tocadiscos portátil. Su nombre, ‘La próxima vez será diferente’, emula, por supuesto, el tema de Brighton 64. El día de las catas, no es extraño verlo llegar cargado de vinilos y de las botellas seleccionadas para la ocasión. Esto nos contó tomando unos cócteles en The Wild Pig, en la calle Ballesta de Madrid, cuando le preguntamos sobre música, literatura, lo británico y el alcohol.
Tres, dos, uno… comenzamos.

© Pablo Conejo
Dj Residente en Otom Club, Groovie, Bam BaLam, Ene Ba, Wild Thing Bar, Sirocco, Beer Station, Yllana Club 666, La Galerna (Original Sessions), Casa Suecia… y habitual en las salas de conciertos de la capital, como Gruta 77, Caracol, Sala El Sol, Tabakalera, y en Radio 3, Onda Latina, Radio Círculo, etc., ¿cómo empieza y cuándo tu contacto con la música, con las sesiones de DJ y con grupos musicales en la escena madrileña? Yo no tengo hermanos mayores. Así pues, en mi caso la música no viene por cosas que haya escuchado en casa, sino más por investigaciones propias. Y desde el primer momento, tanto en la música como en tantas otras actividades, siempre he sido muy activo. Cosas que quería que pasaran, si no llegaban a mí, ya intentaba yo llegar a ellas. Tengo la sensación de que acabo pinchando porque es la única forma que tengo para contar ciertas cosas. Para mí nunca ha sido muy fácil expresar mis sentimientos, y quizás pinchar haya sido la manera de contar todo lo que pensaba en dosis de tres minutos.
Creo que es un proceso natural. Compras discos, los escuchas, vas a escuchar a gente que pone esos discos en locales, y un día das el salto y dices «por qué no voy a ser yo el que compra música para otros». Musicalmente parto de un estrato musical muy cerrado, todo lo relacionado con la escena mod, música de los sesenta, música negra, y desde ahí voy abriendo el arco, porque si te gusta la música tienes que ampliar, y a día de hoy creo que puedo decir que pincho casi de todo. En el último proyecto que estoy, en La Galerna, «The Original Sessions», lo anunciamos como «Pinchadiscos sin filtrar y música sin corsé». Pinchamos lo que nos apetece.
¿Por qué lo mod, cómo llegas a ello? ¿Qué tiene que ver con la música, con la estética, en tu caso? Bueno, como en todo, no hay una respuesta única, siempre hay una suma de factores. Me atrae musicalmente ese concepto, me atrae estéticamente, me atraen mucho las referencias cinematográficas. Los primeros contactos con pelis como Blow-Up o Get Carter para mí son una auténtica revolución. Las conexiones con los escritores, conexiones con artistas, el mundo prerrafaelita…
Me entusiasmó ese punto de los artistas británicos que están fascinados con el concepto continental, que es la base del movimiento mod. Son artistas que alucinan con tomar un capuccino y disfrutar de una peli francesa. Encajo perfectamente en ese ambiente, como podría haber encajado en otros, y a partir de ahí sale todo.

© Pablo Conejo
¿Cómo pasas de la música al mundo de las catas, de los vinos, de la degustación? El paso es de una forma súper natural. En el fondo, supone un poco cerrar el círculo. Todas estas influencias de las que te hablo me acaban llevando al componente lúdico del alcohol porque hay muchos escritores que hablan del componente más destructivo –que lo tiene-, pero a mí me interesa menos. En cambio, me siento fascinado con los grandes referentes en el mundo del alcohol a nivel cinematográfico. Siempre se habla del alcohol en el cine americano clásico, pero para mí no es la gran referencia.
Sí lo es una película de la productora HandMade Films, de George Harrison, que se llama Whithnail and I. Esta peli lo que hace es narrar de una forma un poco descarnada el fin de una década, la de los sesenta, pero el alcohol aparece como un componente lúdico que a mí me apasiona. Me interesa más el factor social, histórico y cultural del alcohol que el factor depresor que tanto utilizan algunos autores y que se recrean en la tristeza.
¿Cómo influye la vida en Madrid, en tu barrio, para todo este camino desde la música a las catas? Me crio en Madrid, en un barrio obrero bastante político, bastante dinamitero, y desde el primer momento yo siento una vinculación especial con Madrid. Soy una rata de ciudad y hasta el día de hoy disfruto mucho Madrid. Sé que Madrid tiene un componente de trituradora de personas que igual en algún momento me tritura y me envía a otra parte, pero a mí Madrid me ofrece un montón de ventanas que otro sitio no me podría ofrecer.
¿Cómo vives la escena musical y cultural de Madrid en los ochenta y noventa, qué gente has visto, cómo ha influido en lo que has hecho después? Creo que el componente idílico de las décadas tiene que ver con la edad que tengas. Para cualquier persona con dieciséis años su década va a ser la década ideal. No tiene tanto que ver con la década que vivas, sino con la edad que tienes. Creo que en el fondo todos tendemos a pensar que no vamos a ser más felices que cuando teníamos dieciséis años. Tengo mucha relación con la escena musical porque entro como un chico que pone canciones y acabo teniendo relaciones con muchos grupos, e incluso acabo siendo amigo de mis ídolos, que es una cosa bastante difícil de gestionar y que en general, en mi caso, ha salido bastante bien. Es innumerable la lista de grupos con la que he tenido relación, pero hay algunos con los que tengo aún a día de hoy mucha vinculación, como Brigton 64, de Barcelona, Scooters, de Donosti. Y grupos de Madrid como Magic Bus, que ahora son Melange, y de los que fui manager, y creo que puedo decir que fui un miembro más y que son mis amigos.

© Pablo Conejo
¿Cómo llegas a las catas? ¿A través del hedonismo, de apreciar, de lo lúdico? Yo llego a esto a través de la formación. Tenía una tienda en Malasaña de zapatos, –Doctor Martins, Creepers…–, tenía una tienda de discos y de pronto decido hacer el Curso Superior de Destilados sin tener ninguna vinculación real con el sector. Conozco a un montón de gente mucho más joven que yo con los que hago el curso. Recuerdo perfectamente el día de la presentación, en el que todo el mundo se presentaba diciendo que trabajaba en tal o cual local, y yo me presenté como bebedor. Yo hacía el curso como alguien que bebía mucho pero quería saber qué estaba bebiendo (risas). Y a partir de ahí va todo un poco rodado. Termino el curso, hago formaciones en la Escuela del Mediterráneo del mezcal, tequila… y acabo haciendo la formación escocesa de Whisky Ambassador, que es una acreditación a nivel mundial para gente que es gran conocedora del whisky y de todo lo que rodea a ese mundo. Me parece el más noble de los destilados, que suena un poco arcaico, pero bueno, tengo ese puntito de arcaico (risas).
¿Y cómo llega ‘La Próxima vez será diferente’, la cata con maridaje donde pones vinilos de tu elección y que organizas en Madrid en sitios tan dispares como La vida tiene sentidos, en Lavapiés, o el elegante Hotel Suecia? Pues esto entronca con lo que te decía antes de la música. Yo siempre he sido una persona bastante activa y quería encontrar unas catas con esas características, y como no las había en ese momento en Madrid, decido montarlas yo lleno de arrojo.
Suelo degustar el vino y el destilado y la elección de la música es cosa mía. Yo propongo al resto. No hay criterios, pero sí que creo que hay temas que encajan más con determinadas bebidas. No es lo mismo la complejidad de un whisky que tomar un vodka, una bebida que básicamente es alcohol y es bastante simple, y que puede encajar con otro tipo de canciones, de comida… Es un poco jugar con todo esto.

© Pablo Conejo
Como escritora, te lo tengo que preguntar: ¿Con qué literatura acompañarías las catas, esos gustos literarios que maridan con tus gustos musicales, o por qué te decantas, también por lo arcaico o por algo más moderno? Soy profundamente arcaico (risas). Como te decía antes, para mí el ingrediente fundamental en el mundo del alcohol es la historia, las referencias literarias y el punto hedonista. Históricamente, ¿quién ha hablado más y mejor del alcohol? Shakespeare. Hace muchas alusiones al vino y los brandys de Jerez. Pero para mí, el punto más interesante del mundo del alcohol es la crónica social. Hay un montón de autores que han hecho crónica social y eso siempre va asociado al alcohol porque el alcohol tiene ese componente. En España, por ejemplo, ahora mismo, a bote pronto, se me ocurre Julio Camba. Hace un montón de alusiones al alcohol. Eso sería en petit comité. Para mí el sumun de todo esto es Kingsley Amis, que durante años hizo crónica social y que tiene pequeños cuentos, como «Los amigos del morapio», una saga de ciencia ficción sobre el alcohol, y su obra magna, que para mí es Sobrebeber. Todo esto que te estoy diciendo a mí me parece idílico, igual su hijo leyéndolo no opina lo mismo. Cuando se habla del alcohol se habla de la decadencia del mundo del alcohol, se plantea como algo negativo. Pero ir al cine hoy en día es una actividad también bastante decadente que yo ejerzo de vez en cuando. Es algo del siglo XX que antes o después desaparecerá.
Y para terminar, ¿cuál será tu siguiente paso en la música y las catas, qué te gustaría hacer? ¿Qué me gustaría hacer? Me gustaría irme con los pintores prerrafaelitas al lago Como y entregar mi vida al disfrute (risas), pero de momento no va a pasar esto. No sé, algo se me ocurrirá y algo pasará. Creo que hay que estar en continua evolución, y en mi caso, quiero pensar que es así, pese a que soy una persona bastante arcaica.
Tras el éxito de su primer CD, ‘Vivaldi Premieres’, que los impulsó a un reconocimiento internacional, y tras ser calificados por la BBC como la mejor versión existente de Corelli, MUSIca ALcheMIca, con Lina Tur Bonet como directora y solista, vuelve a grabar obra inédita de Antonio Vivaldi. Tras 300 años de silencio, estas partituras del maestro veneciano despiertan ahora de su sueño secular para los oídos de un mundo radicalmente diferente.
Brit-Es de nuevo, ha podido entrevistar a Lina y esto es lo que nos cuenta de su apasionante nuevo álbum.
‘Kevin vs Ray’ es un proyecto de película documental sobre la trayectoria vital y artística de Kevin Weatherill, líder fundador de la banda británica Immaculate Fools, que cosechó un enorme éxito en España (y otros países como Alemania, Francia o Italia) en los años 80 y 90. Tras dos décadas reconvertido en bluesman para minorías bajo el nombre artístico de Dirty Ray.

Cartel ‘Kevin vs Ray’
Weatherill decidió instalarse en Galicia, tierra de la que ha dicho que es su paraíso particular y desde donde capitanea una formación renovada del grupo con el que marcó una época.
Por ello, no es una casualidad de que el próximo sábado 26 de mayo se presente en el Festival de Cans (O Porriño, Pontevedra) un avanze del documental en el que los asistentes podrán conocer el proyecto de la mano del propio Weatherill. Este festival se ha consolidado como un referente en Galicia, su nombre es un guiño al festival de Cannes (Cans en gallego significa perros) y es un espacio de encuento entre el cine audiovisual y la música. Weatherill estará dentro de la programación de una nueva sección, inaugurada este año, que se llama Invernadoiro.
Los gallegos Eduardo Herrero y Manuel Lemos son los precursores de este documental que codirigen y que promete emocionar a los nostálgicos de la mítica banda británica y enganchar a las nuevas generaciones.
‘Kevin vs Ray ‘es una producción de Grupo Control Z.
Mike Pickering: “Por fin hay un documental que refleja el alma de Mánchester”
Dirigido y producido por el zaragozano Javier Senz, ‘Manchester Keeps On Dancing’ es un documental que revisa los inicios del estallido del house en la ciudad de Mánchester durante la década de los ochenta, y que devuelve a esta ciudad su importancia como primer escenario europeo para la importación y expansión de este nuevo género musical llegado del noreste de Estados Unidos. Una historia contada a través del relato de los propios DJs y encargados de los clubs que protagonizaron el auge del house, como el legendario The Haçienda, y algunos de los nombres de la escena actual, que aún hoy mantienen vivo su espíritu.
Natos y Waor son, sin duda, el futuro del rap patrio. Representan toda una nueva generación de raperos españoles que, siguiendo la estela de otros grandes del género en castellano, colocarán, sin duda, el hip hop nacional en el merecido lugar que le corresponde.
El Teatro Cervantes de Londres presenta el Festival de Flamenco «From La Unión to Union St» que tendrá lugar los días 14, 15 y 16 de Septiembre en su sede del distrito de Southwark. Este evento se inscribe dentro del acuerdo que el Teatro mantiene con la Región de Murcia para la internacionalización de sus artistas y creadores.
Vuelve a Londres la segunda edición del Echoes Festival, que tendrá lugar del 25 de septiembre al 11 de noviembre en algunos de los lugares más prestigiosos de la música clásica de la capitla, como el Barbican, St Martin-in-the-Fields, Wallace Collection, St James Piccadilly y The Other Palace.
Entrevistamos a Lina Tur, la violinista que interpreta a Corelli y escucha los silencios del público
Lina Tur es una violinista versátil, que tras trabajar desde muy joven junto a muchos de los artistas más reconocidos de la música barroca, romántica y contemporánea del momento, y dedicarse como solista a la interpretación y grabación tanto de los grandes compositores como de músicas inéditas, se ha convertido ya en un referente de la música en España, siendo reclamada en toda Europa para agrupaciones de primer orden mundial.
El Cervantes Theatre presentó ayer una “bonita” propuesta. Y explicamos lo de bonita porque esta palabra se enciende cuando presencias un espectáculo desde la intimidad de un escenario donde se muestra un proyecto de colaboraciones múltiples completamente palpitante y cercano.
La cuestión no es fácil de explicar porque su proceso es fruto de la pasión y de las ganas de explorar la creación desde los límites que tiene un cuerpo ceñido a las exigencias de un trabajo bien hecho. Así lo contaba la violinista Lina Tur, cuando hablaba al público con la misma naturalidad que si estuviese en el salón de casa:
“No creo que este proyecto sea una fusión de creaciones, creo que es más bien intentar poder interpretar una obra como la de Corelli desde diferentes disciplinas. Mi tiempo está limitado a un cuerpo que me lleva a volcar mis horas al violín, pero me encantaría explorar otras formas de creación; por eso invito a otros creadores a trabajar juntos”.
Es así como nació este proyecto, una interpretación del compositor barroco Arcangelo Corelli, en donde la música interpretada por Lina Tur y el clavecinista Daniel Espasa, se presenta en un cautivador formato conversación/concierto donde los secretos “más contemporáneos” de la música barroca, se mostraron a través de su dialogo con el público. Aprendiendo que las ornamentaciones barrocas dejan a la mano derecha del clavecinista, literalmente hablando, improvisar una sesión al más puro ‘barrocosession’, como decía la comisaria del encuentro Dolores Galindo.
Pero como decíamos, lo que presenciamos ayer no es fácil de explicar porque no sólo ofrecieron una más que atípica conversación/concierto, sino que además, se mostró el trabajo plástico desarrollado por el artista Ángel Haro, que cautivó a Lina cuando vió su exposición ‘La Tregua’ en Tabacalera de Madrid en el 2014 . A partir de entonces comienza una relación de trabajo conjunto envueltos por la música barroca de Corelli y así fueron construyendo un diálogo en perfecta armonía entre las interpretaciones de Lina, las creaciones escénicas de Angel y el vestuario de Isabel del Moral. Un baile de interpretaciones contemporáneas que haría despertar al propio Corelli para verlas.
Para entender más sobre los múltiples matices que percibimos los que asistimos, os dejamos esta pieza de video ‘La Follía de Corelli’ grabada en el Centro de Arte Párraga de Murcia, que nos traslada a 1700 con la música de Corelli, por medio del maravilloso violín de Lina Tur que se vé atravesada por la creación plástica y escénica del artista Ángel Haro.
Este acto fue el evento inaugural del acuerdo de patrocinio establecido entre el Cervantes Theatre de Londres y la Consejería de Cultura y Portavocía de Murcia. Una forma de internacionalización de las creaciones murcianas dentro de uno de los corazones culturales contemporáneos.